14 ago 2024

RECUÉRDAME

 


Cuando alguien muere queda un vacío enorme. Hay días que uno extraña su voz, las conversaciones, la presencia, ciertos momentos,  el saber simplemente que estaban ahí. Todo cambia en nuestra vida cuando perdemos seres amados. Nada vuelve a ser igual, las celebraciones, la navidad, todo cambia…  Uno con el tiempo vuelve a sonreír pero es como si al corazón le faltara un pedacito.  Podrán pasar los días, los años, pero ante la muerte de seres queridos solo podemos hacer las paces con las ausencias y aprender a vivir sin ellos.  Es una tarea difícil que a veces pasa como por una montaña rusa, hay momentos donde se extraña más que otros, hay días de días.

EL ENCUENTRO CONMIGO

 


Hace unos días vi en una de las historias de Instagram que alguien preguntaba “Si te encontraras a tu yo de 10 años, ¿qué le dirías?” y me la he pasado haciéndome esa pregunta…

MANDAMIENTOS

 


Una mujer de 38 años, enfermera de profesión se encuentra con un hombre de jeans y chaqueta de cuero, que resulta ser Dios. Comienzan a tener una serie de conversaciones acerca de la vida.  Primero, ella le reclama todo lo que ve mal en el mundo, las incongruencias de la religión, lo que ha ido mal en su vida, las veces que confió en otras personas y no resultó bien, las veces que se enamoró y tuvo grandes decepciones, las veces que suplicó por un milagro y no lo recibió, las cientos de veces que no se sintió escuchada, entre muchas otras cosas.  Terminan hablando acerca de los 10 mandamientos y Dios le dice que ese decálogo era algo genérico y un poco obsoleto para los tiempos actuales y por ese  motivo intentaba visitar a cada persona para decirle o hacerle ver sus mandamientos de vida, los cuales eran diferente para cada persona, por aquello que cada uno tiene vivencias diferentes.

PREPARAR EL FINAL

 


Hablar de la muerte es un tema que aún sigue siendo difícil tratar, tal vez por el miedo que genera dejar este mundo.  Entre creencias religiosas, el amor a la vida y a nuestros seres queridos, es difícil tener plena conciencia que algún día partiremos de este mundo. Sin embargo, por más difícil que parezca debemos conversar el asunto con nuestras familias.

SI YO TENGO, YO COMPARTO

 Hace algunos años Alberto estaba en un pueblo colombiano terminando unos temas laborales, pasadas las 8 de la noche fue a cenar con sus compañeros de trabajo a un sitio de comida rápida.  En la calle vio un niño descalzo vendiendo flores y le llamó la atención que el niño se detuvo frente a un músico que cantaba y tocaba en una esquina, lo miraba con un asombro absoluto.    Cuando el músico terminó de interpretar su canción, el niño descalzo sacó del bolsillo de su sudadera rota y sucia una moneda y se la dio al músico y siguió su camino…

LAS CARTAS

 




















Tengo la costumbre de buscar poemas y libros antiguos que
contengan historias acerca de la vida, siempre he pensado que quienes estuvieron en este mundo antes que nosotros, tenían una sabiduría especial, pues vivían en un mundo más simple, con una vida más sencilla, sin tantas pretensiones y tantos adornos que hoy día complican un poco la vida…

DÍSELO

 Hace un par de semanas estaba comprando carne para preparar el almuerzo. El sitio estaba con muchos clientes, los empleados intentaban atendernos a todos de manera muy amable.

COSAS QUE SE DESEAN

 Hace tiempo descubrí un poema que siempre me llamó la atención. La primera vez que lo escuché fue por la época de los 80’s, en una emisora radial que mi mamá sintonizaba, donde sonaban canciones de José José, Camilo Sesto, Rocío Durcal, José Feliciano, entre otros, aparecía en su programación una melodía con la voz del méxicano Jorge Lavat recitando el poema: DESIDERATA

LAS MAÑANAS

 Desperté el viernes a las 5 y 30 de la mañana totalmente sorprendida de que aquella noche hubiera dormido seguido. Hace bastante tiempo tengo problemas de insomnio  y me despierto constantemente,  cada hora, hora y media más o menos, así que inmediatamente abrí los ojos sentí el cambio en el cuerpo, totalmente descansada.  Me levanté, fui a la cocina, abrí la ventana, me fascina sentir la brisa fría de la mañana y escuchar el cantar de los pajaritos.  Tenía mucha sed, preparé un jugo de naranja,  vi el reloj y por la hora me di cuenta que no alcanzaba a desayunar, lo haría al regreso.   Tenía que salir a hacer una vuelta muy temprano, cosa que no es algo habitual en mi diario vivir.  Puse un playlist de Luis Miguel y me entré a bañar.      A las 6:25 arranqué y todo comenzó a cambiar.

6 abr 2024

El fortuito cambiar de los tiempos

 


“Conoces los  zapatos que llevas puestos, no es la primera vez que te los pones. Ni la segunda. Y por eso al llegar a casa te las quitarás con la ayuda del otro pie, sin ni siquiera preocuparte por si se están ensuciando. Pero si fuera la primera vez que te las pones, te los quitarías delicadamente. Sólo si fuera la primera vez. Ahora no. Ahora llegas a casa después de un día agotador y tiras el bolso y el celular en la cama, pero si fuera nuevo lo dejarías en la mesa y hasta tendrías miedo de que se rayara.