Una de estas tardes frías tenía antojo de onces bogotanas: chocolate caliente, pan hojaldrado y queso. Pasadas las 5 de la tarde sale el pan recién hecho en la panadería a unas cuantas calles de mi casa, así que esperé un rato que pasara la lluvia, me puse un saco y fui a la panadería caminando. Ese olor después de llover tiene su encanto y los pajaritos comenzando a cantar anunciaban que ese martes estaba llegando a su fin. No siempre los días son alegres, ni felices, ni uno está con el mismo ánimo de siempre… Pero esa es la vida, a veces disfrutar una rica comida hace la diferencia.
Cuando iba llegando a la panadería veo a dos niños, que iban con su papá y uno de los niños cierra los ojos, le agarra el saco al papá y le dice “huele a pan calientico”. Me causo risa, porque yo estaba pensando lo mismo, qué delicia el olor a pan caliente.
Entré a la panadería, cogí la canasta, pregunté por el pan hojaldrado y me dijo el señor panadero que salía en 5 minutos. Mientras esperaba, vi un carro que se estaciona y se baja un hombre bastante atractivo, por ahí 1.75 de estatura, unas cuantas canas y unas arrugas al lado de sus ojos que le daban cierto encanto, tendría por ahí unos 45 años. En el asiento del copiloto va una mujer, supongo que es la novia o la esposa… Él se baja, entra a la panadería rápidamente, coge un pastel gloria y se lo va comiendo mientras hace la cola en la caja para pagar el pan de queso y unos rollitos que mete en su canasta. Sale, y antes de subirse, se queda viendo a la mujer que está dentro del carro… y se acerca a su ventana y en el vidrio mojado le dibuja un corazón, ella levanta la mirada y le sonríe con amor. Y yo me derretí!!!!! ... Me pareció tan romántico ese gesto! … Por fin salió del horno el pan hojaldrado y regresé a casa pensando en esa escena y si yo de espectadora me derretí, no me imagino lo feliz que debió quedar ella. Yo lo besaría como si no hubiera mañana…pensé…
Cuando uno quiere a alguien se le ocurren unas cosas que nunca pensó hacer. Hace algunos años, estaba de cumpleaños alguien a quien yo quería un montón y le quería dar un regalo que fuera tan especial como él lo era para mi. En una página afiliada a la NASA, encontré que en el cielo había miles de estrellas que no tenían nombre y uno podía por medio de una donación para investigación, ponerle nombre a una estrella y le mandaban todas las coordenadas de la estrella, cómo localizarla en cada época del año etc y un certificado, como quien dice: las escrituras de la estrella. Así que compré una estrella y le puse su nombre. La idea era entregarle la estrella en Monserrate al atardecer... las cosas no salieron como hubiera querido, nos llovió toda la tarde/noche, hacía mucho frío, entre otras cosas... pero bueno, hay una estrella con su nombre en el cielo.
Hace unos días conversando por whatsapp con mis amigas del colegio, Carolina que vive en Houston, TX, nos contaba a Martha Rocío y a mí, cómo celebró el día de San Valentín, ya que allá es todo un acontecimiento. Nos contó que les puso unas pequeñas hojas de papel en cada asiento del comedor, a su esposo y a sus dos pequeñas hijas, donde tenía escritas tres palabras para cada uno, que expresaba lo que ellos eran para ella. Nos mandó fotos de cada post it. Luego nos dijo a nosotras, tres palabras de lo que significamos en su vida. Me pareció muy lindo ese detalle.
Es que expresar lo que se siente por nuestros seres queridos, amigos, novios, pareja, hijos, sobrinos, hermanos, etc, es tan fácil y hay tantas maneras. El amor es eso que nunca se agota, siempre hay una manera.
Una de mis hermanas en el desayuno los fines de semana les hace a mi cuñado y a mi sobrinita pancakes y les forma un corazón con las fresas o en los postres les dibuja caritas felices… es mostrar el amor en cada detalle.
Hace un par de navidades estaba en Canada y mi cuñado nos estaba haciendo el desayuno, para nosotras nos hizo arepitas, huevos pericos y café y lo veo que se esmeraba haciendo un waffle en forma de árbol de navidad para mi sobrinita. Y cuando ella baja a desayunar, entre dormida, con su pijama navideña y ve en su plato el waffle con nutella y todo adornado de chips de chocolate de colores, abrió sus enormes ojos, sonrió y lo miró con amor. Son esas pequeñas escenas donde simplemente el amor nos rodea.
Hay tantas formas de expresar lo que se siente, sea amor, amistad, cariño, estima etc. Que no hay que esperar a que sea una fecha especial. Tengo una colección de cielos en instagram y cada que alguien me envía una foto del cielo, me hace sentir muy feliz. Es ver que alguien con una puesta de sol se acordó de mi. Son esos pequeños detalles que hacen la diferencia.
Hace muchos años, pero muchos, una amiga de la familia nos contaba que se iba a separar de su marido. Eran un matrimonio muy bonito. Nos contaba que los detalles y regalos se limitaban a cosas materiales. Ella cumplía años y el esposo afuera tenía un carro último modelo con un moño gigante. Día de la madre, un anillo muy costoso o lo que ella eligiera. Navidad en una finca, etc. Pero ella lo que quería era un abrazo, un beso, una caricia. Como esa canción, creo que es de Pipe Bueno y Alejandro González: Le hace falta un beso, que le de una rosa…
Hay tantas maneras de decir te quiero, sin decirlo, de tener detalles, de demostrar el amor, el afecto, el agradecimiento, de resetear el amor, que nunca se agotan las opciones para manifestarlo.
Para mantenernos conectados con lo realmente importante no hay que perder la capacidad de sorprendernos.
Al final esos pequeños detalles son los que nos hacen sentir vivos y los que más recordaremos…