7 ago 2025

La responsabilidad es nuestra: 365 días para un nuevo amanecer

 



Hoy es 7 de agosto, y el calendario marca un hito que para muchos es una cuenta regresiva. Nos quedan exactamente 365 días para que el actual gobierno termine su mandato. 365 días para que el país vuelva a tener la oportunidad de tomar un nuevo rumbo. Y solo quedan 7 meses para que, entre todos, busquemos a la persona que tomará con responsabilidad las riendas de nuestra nación.

Debo confesar que, cuando el actual presidente ganó, lloré mucho. Durante 8 años, mis blogs, en estas páginas, fueron un espacio para la reflexión, para hablar de lo importante de la vida. Pero desde que él asumió el cargo, me desanimé y dejé de escribir con frecuencia. En el fondo de mi corazón, le deseé lo mejor, esperaba que nos callara la boca a todos los que dudábamos de su capacidad, a quienes habíamos visto el desastre de su gestión en la alcaldía de Bogotá, la confrontación en redes sociales, la discordia y el poco remordimiento por sus actos pasados. Pero, lamentablemente teníamos razón. El país, en sus manos, iba directo al precipicio.

Han sido meses, y ahora años, difíciles. Un gobierno marcado por la confrontación, por la retórica vacía y por la incapacidad de quienes ocupan cargos de alta dignidad. Hemos visto cómo la investidura de un ministro, de un canciller, e incluso del presidente, ha perdido su valor. En este gobierno no hemos tenido líderes con la formación técnica necesaria, ni con la altura moral que exige la administración de un país. Y los resultados están a la vista: un país más polarizado, más violento, desesperanzado y más dividido que nunca.

No suelo hablar de política en este espacio, pero hoy es imposible callar. Nos queda un tiempo importante para elegir. Para elegir, de verdad, a un líder que se guíe por valores, principios y la lógica de la libertad. Necesitamos a alguien que apoye al empresariado, que genere empleo, que sea incorruptible, que ordene nuevamente al sector salud, que ponga orden en los territorios, que le devuelva la moral y el mando a la fuerza pública y que organice la casa para que funcione el país. La historia del mundo nos ha enseñado que la izquierda, tal como la conocemos hoy en Colombia, no funciona. No hay un solo ejemplo de éxito que podamos seguir.

La indignación es un sentimiento colectivo que hoy nos une. Nos duele el ataque a la vida de personas como Miguel Uribe Turbay y que pese a la violencia que no cesa, seamos testigos de la constante confrontación del mandatario. Nos duele ver cómo ciertos personajes que han causado tanto dolor hoy hablan de moral y dignidad desde la libertad, mientras figuras como el expresidente Álvaro Uribe Vélez, que han dedicado su vida al servicio de este país, son perseguidas de forma injusta. Es una realidad que, para muchos, se siente como una bofetada a la justicia.

Pero la reflexión no puede quedarse en el dolor o la indignación. Hoy, a un año de que cambiemos de gobierno, tenemos una responsabilidad enorme, que va más allá del voto. Tenemos el deber de ser ciudadanos activos y conscientes. Cada palabra que escribimos en redes sociales, cada noticia que compartimos, cada conversación que tenemos, debe ser un aporte a la construcción, no a la destrucción. Debemos dejar atrás la retórica del odio y la descalificación, y empezar a buscar puntos de encuentro con quienes queremos que vuelva el orden, comenzando por los candidatos que deben unirse y sacar solo uno.

Vienen meses cruciales. Elecciones legislativas, presidenciales… una campaña que será fuerte y demandante. Es el momento de unirnos. De buscar, con el corazón y la razón, a una persona que no esté envuelta en escándalos, que no tenga investigaciones pendientes. Necesitamos un líder con una hoja de vida intachable, con los pergaminos adecuados para devolverle la dignidad a la presidencia. Una persona que nos inspire, que nos dé esperanza, que tenga la capacidad de unir a un país fragmentado, que tenga buenas propuestas, pero más que nada, que tenga un plan para llevarlas a cabo, es decir: no solo un qué hacer, sino un cómo hacerlo. 

Es el momento de que todos, desde adentro y desde afuera, nos unamos para devolverle la dignidad a la política, para exigir un gobierno que esté a la altura de lo que merecemos.

Nos quedan 365 días para hacer historia. Para reflexionar. Para actuar. Para construir. No permitamos que la desilusión nos gane. Es hora de buscar la esperanza, de encontrar el camino y de demostrar que somos un país capaz de levantarse. La responsabilidad es de todos. ¿Estamos listos para asumirla?

ANDREA VILLATE

E-mail: mavillateg@gmail.com