Había una vez un hombre ya entrado en años, había tenido una buena vida, había cumplido algunos sueños, otros no, pero entre todo lo que había sucedido en su vida sentía que todo fue perfecto a pesar de las pérdidas, de los sufrimientos, de los dolores que había tenido.
Últimamente se repetía a sí mismo la frase: “la vida se vive hacia adelante, pero solo se entiende hacia atrás”. Pues estaba en un periodo de su vida, donde recordaba el pasado y cada cosa que le había sucedido, trataba de entender el porqué de cada circunstancia. Sin embargo había una duda que toda su vida lo acechaba: ¿El destino está escrito para cada persona?, ¿es simplemente el azar?, ¿podría haber cambiado algunas cosas que me sucedieron?, ¿la vida que tuve fue la respuesta a mis decisiones, a mi libre albedrío?
A lo largo de su vida, sus ojos vieron muchas injusticias, vieron la maldad, el dolor, el engaño, la traición, el amor, la felicidad, la alegría, la compasión, la amistad, la tranquilidad, la lealtad, entre muchas otras cosas. Estaba escribiendo sus memorias, le aquejaba una enfermedad y sentía que pronto llegaría el momento de irse, así que quería dejar escrito todo lo que había aprendido en la vida.
Esa noche se sirvió una copa de brandy, se sentó en el balcón de su apartamento en el piso 9, siempre adoraba esa brisa cálida veraniega de la época. Se puso a contemplar las estrellas y de vez en cuando sacaba su celular para ver qué estrella era con una aplicación, una afición que había tenido desde niño y ahora con la tecnología no perdía oportunidad para ver el firmamento y aprender un poco de astronomía.
A pesar que ya tenía casi escritas sus memorias que narran los episodios más importantes de su vida, se decía a sí mismo una y otra vez ¿El destino está escrito? pero él mismo se respondía: no puede ser… todo lo que yo he hecho, incluso mis equivocaciones fueron porque decidí y mis triunfos fueron por mi esfuerzo, pero recordaba también que había tenido suerte en algunas situaciones, recordaba a personas que lo habían ayudado, que le habían tendido la mano, que habían confiado en él y habían sido fundamentales en su desarrollo profesional… También de sus equivocaciones, de cuándo había engañado a aquella mujer que no hizo más que amarlo y entregarle su corazón y sintió remordimiento. También recordó aquella vez en que un amigo muy cercano lo había traicionado financieramente… Y así con muchas cosas que fue haciendo un recuento de lo que fue su vida..…
Se levantó de su silla y dijo en voz alta mirando al cielo: Necesito una franca conversación con el destino… Inmediatamente sintió una brisa fría y una voz que le dijo: -Aquí estoy, ¿qué me quieres preguntar?
Él incrédulo al no ver a nadie, dijo -¿Quién me habla?
-Tu sabes quien te habla, soy el Destino.
-El destino vino a hablar conmigo?
-Acabas de decir que quieres una franca conversación con el destino, aquí estoy. He visto que a lo largo de tu vida me has mencionado, me aceptas y me niegas… Aquí estoy, ¿qué quieres preguntarme?
-¿Me vas a responder todas mis preguntas?
-Intentaré…
-¿El destino está escrito para cada persona?
– Si. Cada persona viene al mundo con una serie de circunstancias que vivirá en su vida. Dónde nació, quiénes son sus padres, las personas que va a conocer, la ciudad, el país, el grupo de personas que se cruzará en su camino a lo largo de su vida… entre otras cosas…
-Entonces, ¿qué sentido tiene, si todo está escrito? Entonces yo no hubiera hecho nada en la vida y me hubiera pasado lo mismo…
-No. Así no es. Cada persona viene al mundo, a la vida, con unos dones y unos talentos, que serán determinantes en el camino que tendrá que recorrer… por la supervivencia…
– No me vas a decir que porque la persona trabaja en sus “talentos” le va de maravilla, porque no es así, te tengo miles de ejemplos… y más en esta época de pandemia. He visto personas que vienen a cantar en la calle y tienen voces maravillosas, mejores que cualquier cantante famoso reguetonero y no fue que no “explotaran su don” sino que no tuvieron la suerte de ser famosos…
-Tu mismo te estas respondiendo. Cada persona viene con unos dones especiales, con unos gustos, con talentos y habilidades que la misma vida pondrá en los lugares que debe estar…
– Entonces, volviendo al ejemplo del cantante que vi esta mañana, ¿no le correspondía ser famoso? ¿Le correspondía pasar por esta situación difícil de cantar en la calle y pedir dinero?
– Su don lo ha aprovechado y seguramente tiene más talentos que ese, está en el lugar donde debe estar para aprender lo que él vino a vivir en esta vida, a experimentar…
– Entonces el destino es injusto… he visto gente que trabaja, que lucha, que madruga y no ha podido salir adelante o tiene problemas de dinero y no es por falta de tenacidad o que le falte voluntad… Y otras, entre las que me incluyo, que hemos estado en el momento correcto, con las personas correctas y nos ha ido más o menos bien o también quienes han estado con las personas “correctas” y no les ha ido bien… entonces la vida es injusta…
-Llegamos al punto. Aléjate de ese concepto de ver la vida como justa o injusta, porque ahí te vas a enredar. Cada persona tiene que vivir ciertas circunstancias para su crecimiento personal. Una persona que le vaya bien, que tenga dinero no indica que su crecimiento personal sea poco, borra el concepto de tener o no tener. Esto que trato de explicarte es más profundo.
– A ver…
-Cada persona viene a esta vida a aprender miles de cosas, a pasar por situaciones que harán que su alma evolucione. Se cruzará con muchas personas, tendrá la posibilidad de conectar a otras personas, de ayudar a otras, de dejar huella.… Todo es un aprendizaje. Escúchame bien, nada pasa por casualidad… nada…
-¿Hasta las tragedias? No puede ser..
-Si. Todo tiene una razón de ser… No puedo decirte más sobre eso, no lo entenderías…
– Ok. Pero ¿qué hay con las relaciones? yo me arrepiento ahora de muchas cosas que hice mal, de engaños y traiciones, hice sufrir a mucha gente por hacer lo que yo quería, pero entonces eso era parte del destino…
-Te equivocas… Ahí está el libre albedrío.
-¿Estas diciendo que yo elegí hacerles daño?
-Lamento decírtelo: Si. Precisamente el libre albedrío es la elección que tú tomas, es tu decisión frente a las situaciones con otras personas y a la manera en que tu reaccionas frente lo que te pasa. Ese es el libre albedrío. Tu no puedes elegir ser exitoso, puedes intentarlo y poner todo de ti y tus dones para lograrlo, pero que te esfuerces no es garantía de que lo logres. Puede que te vaya bien, pero lo que tienes que pensar es que siempre tendrás lo que necesitas para aprender, para evolucionar en tu paso por esta vida…
-Con razón, que uno haga bien las cosas no indica que le vaya a ir bien, nada es garantía de nada…
-Mmm por así decirlo.. Pero volvamos al tema de las relaciones que quiero explicarte algo..
-Ok…
-Te voy a poner ejemplos con tu vida: ¿Recuerdas a Victoria tu primera esposa?
-Si claro, la amé intensamente y me equivoqué, la hice sufrir mucho…
-Ustedes estaban destinados a estar juntos un tiempo, a que llegara Felipe, tu primer hijo, luego te comenzó a gustar otra persona, a fallar las cosas en tu matrimonio y tomaste la decisión de engañarla en vez de enfrentar las cosas y decirle que no eras feliz…
-Fue mi decisión…
-Si, pudiste ser honesto y aunque la ruptura iba a doler, porque tenían que pasar por eso, no hubiera sido tan dolorosa para ella, si hubieras tomado la decisión de cortar a tiempo y no engañarla… Fue tu libre albedrío…
-Si, lo sé… fue mi decisión, pero ahí vinieron una serie de situaciones muy duras para mi, que no me las merecía…
-Pero es que cada acción tiene una consecuencia… Luego ibas a ser feliz cuando conocieras a Maria, que era tu pareja idónea… y tu ex esposa Victoria, también conoció a otra persona y ambos fueron felices y tuvieron más hijos… Pudiste haber evitado el sufrimiento que le ocasionaste a ella con el engaño…
-Pero es muy duro tomar una decisión así..
-Mira… Que durante tu matrimonio te hubieras enamorado de otra persona, son cosas que pasan… Dejemos el moralismo de lado, pero siempre hay un camino para hacer las cosas como debe ser…
-Si… ahora entiendo… y si, fue mi decisión…
-Lo que quiero que entiendas es que al final, el libre albedrío no es otra cosa que la decisión y la reacción frente a lo que te pasa con otras personas…
-Entonces si una persona está destinada a estar con otra, puede pasar lo que sea, y estarán juntas…
-Si. Así es… No hay excusas… Tu lo viviste con Maria, la habías conocido antes, luego te casaste y luego cuando te separaste y te habías recuperado de todo lo que te pasó, cuando estabas listo, la vida te la volvió a poner en frente… Hay relaciones que sólo están destinadas para un ratico, un momento… porque ambos tenían que aprender uno del otro y seguir caminos diferentes, como tu y Victoria, pero ustedes los seres humanos sufren mucho… le dan largas a las cosas que ya se acabaron. Si una persona quiere estar con otra realmente está y quien no, pone todas las excusas…
-Entonces realmente el problema de los seres humanos es el libre albedrío…
-No es un problema, es una oportunidad para vivir el destino sin tanto sufrimiento. Vuelvo y te repito, el libre albedrío es una decisión que tomas frente a lo que pasa, es lo que haces y cómo reaccionas…
-Parece sencillo pero no lo es…
-Lo es…
-Puedo preguntarte algo…
-Dime…
-La Muerte…. también la muerte está escrita, es decir…
-Si, entiendo a dónde va tu pregunta… hay una fecha de caducidad para todos, de hecho, para todo…
-Y no se puede evitar?
-No. No hay nada que puedas hacer para correrte a la muerte… Así que pensar que se pudo haber evitado… no. no lo es, era el momento.
-Entonces la enfermedad que tengo… estaba escrita, era parte de mi destino…
-Cada persona vive situaciones diferentes que le ayudarán en su evolución como seres espirituales y esta enfermedad para ti, es lo que necesitabas para cerrar ciclos en tu evolución en esta vida y no solo para ti…
-¿Cómo así que no solo para mi?
-Cuando un ser querido enferma, el aprendizaje no es solo para el enfermo, es para todo su entorno… Se viven situaciones profundas entre las familias, entre los amigos que marcan un antes y un después… Todo está relacionado… Tus hijos, tus hermanos, incluso tu ex esposa, todos están pendientes de ti, de lo que vayas a necesitar…
-Si, es verdad… Todos han estado muy pendientes de mi… Quiero decirles tantas cosas…¿tendré el tiempo? (sus ojos se llenaron de lágrimas y se le quebró la voz, tratando de disimular tomó un trago de brandy)…
-Recuerda, es tu libre albedrío… de ti depende qué haces y cómo reaccionas frente a lo que te está pasando… diles todo lo que sientes…
-Ok…
-Tienes alguna otra pregunta?
-Si… ¿Cuándo es la fecha de irme?
-No te lo puedo decir… pero…
-¿Qué? es pronto?
-No pospongas nada… Ustedes los seres humanos a veces esperan mucho tiempo, que algo pase para decir lo que piensan, para pedir disculpas, para decir lo que sienten y la vida que les es otorgada es un instante…
-Tengo una última pregunta, ¿puedo?
-si, Dime…
-¿Qué es lo más importante en la vida?
– Las relaciones humanas… es el centro de todo. Es lo que les ayuda a evolucionar, a aprender. Si te das cuenta, los seres humanos no tienen sentimientos solos… los sentimientos siempre se producen por otras personas: El amor, la compasión, el enfado, la confianza, la amistad, alegría, entre muchas otras…
-Gracias! Todo parece tan simple…
-Lo es, es que ustedes se enredan con las relaciones y de ahí vienen los sufrimientos más profundos… y pierden tiempo en sufrimientos, que pudieron haber pasado hace mucho tiempo…
-Precisamente estos días estaba leyendo Rayuela, de Julio Cortázar y un aparte decía: “Todo dura siempre un poco más de lo que debería”…
-Deberían escuchar más a su voz interior y ver la vida como una aventura no como una carrera de obstáculos… ni una competencia… y no quedarse en la superficie, sino ir al fondo, a lo profundo, para ver cuál es la enseñanza de cada situación… Debo irme… ¿Quedaron tus preguntas resueltas?
-Con algunas inquietudes pero… creo que tengo lo que necesito saber…
Y la voz desapareció y volvió una cálida brisa… El vecino del apartamento en el décimo piso abrió las puertas de su balcón y sonaba a lo lejos “My Way” de Frank Sinatra … de esos momentos perfectos… con inmejorable banda sonora…
Él se sentó en su silla… respiró profundamente, tomó su celular y comenzó a hacer algunas llamadas… a sus hermanos, a sus hijos y a su ex esposa… “Hola, ¿cómo estás?…. quería agradecerte por todo lo que has hecho por mi. Por favor perdóname si te he lastimado en algún momento de mi vida”… la canción seguía sonando a lo lejos… Él seguía llamando a cada una de las personas que son importantes para él… Y todas las llamadas finalizaban con “nunca olvides que te quiero”…
Se levantó de su silla, sonrió, respiró profundamente… Vió una vez más las estrellas y las luces de las montañas a lo lejos… Tomó un último sorbo de brandy, entró a su apartamento, se recostó en su cama, asombrado de aquella conversación y de lo feliz que había sido los últimos minutos al hablar por teléfono con sus seres más amados. Fue quedándose dormido y sin saberlo fue a cumplir la cita con el destino…