“La víspera de Navidad, el viajero y su mujer hacían un balance del año que terminaba.
Durante la comida en el único restaurante de un pueblo de los Pirineos, el viajero comenzó a quejarse por algo que no había ocurrido como deseaba.
La mujer miraba fijamente el árbol de Navidad que adornaba en el restaurante. El viajero se dio cuenta de que a ella ya no le interesaba la conversación, y cambió de tema:
—Bonita, la iluminación de este árbol —dijo.
—Es verdad —respondió la mujer—. Pero si te fijas bien, en medio de esas decenas de bombillas hay una que está fundida. Me parece que, en vez de ver el año como decenas de bendiciones que brillaron, te estás fijando en la única bombilla que no iluminó nada”
Este texto hace parte del libro Maktub de Paulo Coelho y ahora que faltan poco tiempo para acabarse este año tan difícil para todos, más para unos que para otros, es cuando tenemos que ver todas las bombillas encendidas que tuvimos este año. A todos nos cambió algo este 2020 pero en vez de hacer el balance de lo que faltó, de lo que quedó en pausa, de lo que queríamos hacer y no pudimos, de lo que perdimos, de todo lo que cambió, debemos ver todo lo que tenemos en este momento.
Alguien que había perdido un ser querido por esta pandemia le escuchaba decir ayer en un noticiero que a pesar del dolor y la ausencia eran afortunados en muchas cosas. Si alguien que ha perdido por este virus a un ser amado y dice eso, imagínese todo lo que podríamos agradecer. Y claro, ha sido un año muy difícil, pero creo que antes de ver todo esto negro y decir que “es un año para olvidar” deberíamos hacer una lista de todo lo que tuvimos.
Si usted está leyendo este blog desde la comodidad de su casa, junto a sus seres queridos, tiene comida en la nevera, una cama calentita, tiene un empleo o proyectos por desarrollar, cuenta con amigos que le preguntan ¿Cómo está? y cuenta con salud creo que su árbol de navidad tendrá muchas luces encendidas.
¡Aprovechemos el tiempo! No sabemos qué pasará después… Preparémonos para cerrar este año, tal vez no con fiestas, viajes y paseos como quisiéramos, sino con lo realmente importante, con el corazón lleno de la gente que tenemos, de lo que tenemos y de a quienes queremos.